Esta pieza es un bronce romano con el rostro del dios Somnus. Esta pequeña cabecita formaba parte del ajuar funerario de una madre y su bebé. Se encontró en la cementerio de Casetes de Vilajoiosa.
Cuando se excavó la tumba se encontraron otros objetos: cadenitas trenzadas, platillos e incluso una cerradura de bronce. En un principio se pensó que podÃa ser un sonajero infantil. Ahora se investiga si más bien era una preciosa cajita de madera decorada con apliques y suspendida de cadenas de bronce.
El rostro del dios Somnus aparece despeinado, con la boca sonriente, mofletes hinchados, orejas prominentes y ojos muy abiertos. Es uno de los pocos bronces de Somnus que se conservan del Imperio romano. Por eso esta pieza es uno de los objetos arqueológicos romanos más singulares de la Comunidad Valenciana. En contexto nacional, apareció un Somnus de bronce en Almedinilla (Córdoba).
Los griegos lo llaman Hypnós. Vive en una cueva oscura donde no llega la luz del sol ni sonido alguno. a la entrada crecen amapolas y adormideras. Dentro de su cueva fluye el rÃo del olvido. Sus mil hijos ponen en nuestra cabeza las experiencias que nos ocurren cada noche en los sueños. El hijo más importante es Morfeo, que adopta las figuras humanas que vemos en ellos. Su hermano Fobétor ("el que se asusta") se encarga de poner los animales y los monstruos, y su otro hermano, Fantaso, se ocupa de poner plantas y figuras fantasiosas en nuestros sueños.
Para los romanos, Somnus es un dios tranquilo y amable, que ayuda a los humanos que lo necesitamos. Él acompaña a las almas hasta la muerte, como en un sueño. Pero, en las civilizaciones antiguas, para llegar al más allá hay que ir al cielo, hay que volar. Por eso, nuestro Somnus tiene alas en la cabeza, para llegar más rápido a todas las personas.
Tumba 214 de la Necrópolis de Les Casetes, sector Creueta.
Nº inv. Vilamuseu 003671